


























































Tuula, que significa “reencontrar un lugar” en la lengua ette, fue la palabra que sirvió de eje rector para este proyecto. A través del rescate de la memoria y de las características históricas y morfológicas del centro de Bogotá, se proyectó un complejo de 380 viviendas de interés social en 4 tipologías, que rescata la vida de barrio en altura y reconecta los tejidos rotos del centro, todo con el fin último de generar una nueva comunidad urbana.